El miércoles 5 de junio, fue otra jornada amarga para la selección chilena. Con un ambiente lleno de expectativas y un público, que no dejó jamás de alentar, la “Roja” enfrentó a una Argentina, que sin necesidad de brillar, supo administrar el partido con jerarquía. El único gol del partido llegó temprano, a los 16 minutos, cuando Julián Álvarez aprovechó una desatención defensiva tras una gran habilitación de Thiago Almada. El delantero del Manchester City definió con frialdad, silenciando el estadio.
Chile intentó, sobre todo en el segundo tiempo, con remates desde fuera del área de Lucas Cepeda y algunas proyecciones de Gabriel Suazo, pero no logró generar verdadero peligro sobre el arco de Emiliano Martínez. La entrada de Lionel Messi al minuto 57 bastó para enfriar aún más un partido que ya parecía definido. El tiro libre del astro al 86’ y el debut del juvenil Franco Mastantuono sellaron la noche. El resultado dejó a Chile último en la tabla de las Eliminatorias Sudamericanas, compartiendo el fondo con Perú.
Análisis: ¿Por qué Chile está en el último lugar?
1. Falta de gol
Chile ha marcado solo 9 goles en 15 partidos. Es el segundo peor registro ofensivo de estas Eliminatorias. No hay un goleador claro ni generación sostenida de oportunidades. Se ha intentado con Eduardo Vargas, Ben Brereton, Damián Pizarro, pero ninguno ha podido consolidarse. Esta sequía recuerda la de las Eliminatorias a Corea-Japón 2002, donde tras la lesión de Salas y el bajón de Zamorano, el equipo se quedó sin poder ofensivo real.
2. Defensa vulnerable
El equipo ha recibido 21 goles en contra. Las lesiones en defensa (como la de Matías Catalán) y constantes cambios de nombres han impedido formar una zaga sólida. Chile sufre especialmente con balones largos a la espalda de los defensores y con centros al área. En 2001 pasó algo similar: se perdió solidez con el retiro de jugadores clave y se cometieron errores graves, especialmente contra rivales directos.
3. Inestabilidad en el banco
Chile ha tenido tres técnicos en el ciclo: Eduardo Berizzo, Nicolás Córdova (interino) y ahora Ricardo Gareca. Cada uno con ideas distintas, sin tiempo suficiente para consolidar un estilo. En 2002, la rotación en la banca también fue alta: Pedro García, Nelson Acosta y Jorge Garcés pasaron sin éxito, y el equipo nunca encontró identidad.
4. Fin de ciclo de la Generación Dorada
Vidal, Sánchez y Medel ya no son los de antes. Algunos siguen siendo convocados por liderazgo, pero en la cancha sus aportes han bajado. El recambio generacional llegó tarde, sin referentes claros, ni jugadores que tomen la posta con autoridad. En 2001 también hubo un vacío tras la época dorada de Salas-Zamorano, sin que los nuevos lograran dar el salto.
5. Pésimo rendimiento como visitante
Chile no ha ganado de visita en todo el proceso, y solo ha rescatado puntos como local. La última victoria fuera de casa por Eliminatorias fue hace más de dos años. Algo similar ocurrió en el camino a Corea-Japón: la “Roja” sacó apenas un punto fuera de casa en toda la campaña.
Problemas estructurales
El fútbol chileno atraviesa una crisis más profunda. La ANFP enfrenta dificultades financieras (no puede despedir a Gareca por el alto costo de indemnización) y los clubes locales exportan cada vez menos talento. Esto también ocurrió en los 2000, cuando tras el escándalo del «Cucutazo», la dirigencia perdió rumbo y el torneo local no era competitivo internacionalmente.
Análisis táctico del ciclo actual
- Juego predecible: Gareca arrancó con un esquema ofensivo, pero rápidamente cambió a una línea de tres volantes y dos puntas. El equipo no tiene extremos naturales ni sorpresa por las bandas. Suazo y Díaz terminan asumiendo roles ofensivos sin respaldo.
- Falta de identidad: La «Roja» ya no tiene presión alta ni posesión como antes. Hoy se defiende con bloques bajos y rara vez domina los partidos. La transición entre defensa y ataque es lenta.
- Desconexión entre líneas: Vargas y Brereton reciben pelotas sin compañía. El mediocampo (Pulgar, Aránguiz, Marcelino) no tiene un conductor claro. Falta un enganche o un volante creativo que genere juego.
- Balón detenido inofensivo: De casi 90 tiros de esquina, Chile solo ha convertido una vez. Sin centrales fuertes en el juego aéreo ni buenos lanzadores, se pierde una fuente clave de gol.
¿Hay esperanza?
Sí, aunque el margen es mínimo. Con 10 puntos y solo tres fechas por jugar, Chile debe ganar al menos dos partidos (Bolivia en La Paz, Brasil en casa y Uruguay en Montevideo) y esperar que otros resultados lo favorezcan. El formato actual permite que seis equipos clasifiquen directo y uno vaya a repechaje, lo que deja abierta una pequeña posibilidad.
Conclusión
La derrota ante Argentina fue una síntesis del proceso: falta de ideas, poco gol, jugadores desgastados y una dirigencia sin reacción. Como en 2002, Chile parece atrapado en un cierre de ciclo mal manejado y sin recambio real. La diferencia es que hoy hay más cupos, pero aún así, la selección está fuera de todo. El reloj corre, y la decisión clave es: ¿seguir apostando por lo que queda o acelerar el recambio con lo que venga?




CHILE 0 – 1 ARGENTINA🏆 Clasificatorias Mundial 2026 ⚽️ GOLES Y RESUMEN